Una ocasión, en una entrevista me preguntaron qué estaba dispuesta a hacer por salir unos segundos en la televisión. «Lo que sea necesario para hablar por los animales», dije.
Y he hecho muchas cosas: desnudarme, pasar frío, pasar pena, insolarme, hablar con necios, escucharlos, darle la mano a peleteros, sonreirle a cazadores. Hay pocas cosas que no haría por lanzar el mensaje a la mayor cantidad de gente posible.
Porque un segundo en la televisión, un minuto, pueden significar cientos de animales salvados.
Hoy vi por televisión las imágenes de la manifestación contra las corridas de toros en la Embajada de España en Washington, y durante 3 segundos la cámara enfocó el logo de AN que estaba al lado del de PETA en la pancarta.
Esos instantes de satisfacción son el pago que un activista tiene por su labor. AN fue el sueño de dos individuos y ahora nuestro boletín llega a 15 mil personas. Cada vez hay más gente queriendo formar parte de nuestro equipo, el equipo que defiende a los animales, sea cual sea su nombre.
Vi el logo de AN en cadena nacional y sentí que todo el sacrificio y trabajo que esto ha representado para Francisco y para mí en un inicio, y para José Enrique más tarde, ahora está dando frutos.
Quiero darle las gracias a todos aquellos que confiaron en nosotros, que creen en AN, y que están dispuestos a hacer casi todo por unos segundos en televisión en pro de los animales.