Violencia genera violencia

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Activistas en contra de las corridas de toros se dieron cita frente a la Plaza México para protestar. Los granaderos los estaban esperando resguardando las entradas del coso y el enfrentamiento comenzó cuando los activistas se negaron a desalojar las taquillas.

Este tipo de sucesos nos invita a reflexionar como ciudadanos, seamos activistas pro derechos animales o no. En primer lugar, utilizar la violencia contra mujeres en una protesta donde asistían niños deja mucho que desear de las fuerzas del orden. Por otro lado, desoír la voluntad de la mayoría de los capitalinos que deseamos el fin de los espectáculos taurinos, puede causar este tipo de enfrentamientos, orillando a un grupo de la sociedad a rebelarse ante la imposición de la realización de estas actividades.

Sabemos que la violencia engendra violencia, pero no me refiero únicamente a la física, sino a la social. Después de haber vivido un proceso de más de tres meses trabajando para abolir las corridas de toros, la iniciativa que las prohibiría en el Distrito Federal, no fue sometida a votación en el pleno por decisión de Alejandra Barrales, entonces presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

¿No es también una forma de violencia la que ejercen los legisladores sobre los ciudadanos cuando los ignoran? La última encuesta hecha por Dinamia, reveló que más del 75% de los capitalinos estamos a favor de la abolición de las corridas por ser un espectáculo violento. ¿Dónde quedan esas voces? ¿Qué intereses ocultos hay por parte de una sola persona para frenar la voluntad de la mayoría? Barrales es Senadora, pero sus colegas aprendieron que dar la espalda al movimiento pro derechos de los animales tiene un costo político y hoy por hoy no están tan dispuestos a jugársela.

Estamos acostumbrados a que los medios que cubren las protestas, prefieran aquellas donde hay posibilidad de enfrentamientos, y acudir a la plaza de toros es garantía de que los habrá. He asistido a muchas protestas fuera de estos lugares en diferentes ciudades del mundo, y en todas hay un común denominador: la impotencia generadora de rabia. Estar fuera de un recinto donde 6 seres con plena capacidad de sentir placer y dolor serán torturados hasta la muerte, y presenciar a individuos -niños incluidos- pagar por ello y ufanarse de entrar, genera una sensación de impotencia que se convierte en rabia y eso es una bomba de tiempo.

Si pararse a gritar fuera de las plazas fuera la solución para que esa gente dejara de ir, muchos gustosamente ya no tendríamos voz, pero hay que tener sentido común y no repetir los mismos errores una y otra vez. La gente que asiste a las plazas es una minoría y no debe ser nuestro objetivo principal. Ya están ahí, van a entrar y es probable que nuestra presencia les moleste, nos insulte y nosotros respondamos a la provocación, dando pie a los medios -mayoritariamente taurinos- para encontrar el pretexto perfecto para culpabilizarnos y acusarnos de violentos.

Protestar afuera de las plazas de toros es también una forma de violencia, pues por más que estemos reunidos pacíficamente, el sentimiento que genera la imposibilidad de frenar la tortura se convierte en ingrediente flamable para episodios violentos. Incluso si no desemboca en nada, nos violentamos a nosotros mismos siendo testigos de la insensibilidad de los otros.

Hay muchas formas de protestar contra las corridas de toros. En algunas hay intervenciones violentas por parte de la policía, como en los “asaltos al ruedo”, donde los activistas que brincan a la arena para desplegar pancartas son arrastrados fuera causándoles incluso fracturas y contusiones. Protestar con el rostro cubierto genera de antemano una sensación de violencia a los espectadores neutros. Insultar sólo tiene un afán terapéutico, pero no suma adeptos ni expresa una argumento.

La tendencia del activismo internacional por los derechos de los animales va cada vez más hacia protestas alejadas de las plazas y trabajo con legisladores y medios de comunicación. Hemos aprendido que nuestro objetivo no es impedir que unos cuantos entren a su espectáculo de sangre y muerte, sino informar a un porcentaje indiferente que aún no tiene una opinión contundente respecto a por qué prohibir las corridas de toros y traerlos a nuestro lado.

Los legisladores llevan décadas generando violencia en los ciudadanos preocupados por el trato hacia los animales: ignorando peticiones, frenando iniciativas, retrasando legislaciones eficaces, permitiendo corrupción y sobornos. Esto es una bomba de tiempo y hemos de ser cautos para no colocarnos en el polvorín y salir todos malheridos, porque lo que hacen unos, afecta al resto, positiva o negativamente.

Si esta es una guerra, ha de ser luchada con la razón y el corazón. Con argumentos y conocimiento. Dar batalla con el rostro descubierto y las palabras justas.

Porque finalmente lo que todos queremos es el fin de la violencia hacia los animales, incluyéndonos.

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11 thoughts on “Violencia genera violencia

  1. En efecto, la clase política si dice estar preocupada por los nivles y generadores de violencia en el país, hechos que nos han colocado en el plano internacional, esta clase política debiera ser congruente en todas y cada una de sus posturas y no hacer excepciones en leyes sobre qué actos son generadores de violencia o cuales no, desde el maltrato animal a un perro doméstico hasta el sufrimiento de los toros. Ojala que la clase política de izquierda que presume ser de vanguardia sea mas congruente realmente.

  2. Buenas tardes creo que usted resumio perfectamente el punto de vista que tengo en como debe ser una protesta inteligente. No soy activista activa, realmente no estoy nada deacuerdo con las corridas de toros y creo que el mejor camino es » protestas alejadas de las plazas y trabajo con legisladores y medios de comunicación.» Felicitaciones por su trabajo, la admiro!

  3. Yo soy taurino, y estoy orgulloso de serlo.
    De ser un antitaurino adolescente, obnubilado por chismes y confusiones, hipocresías y complejos de superioridad, pasé a estar todos los días y noches viendo toro sin cansarme. Lo que sentí el día que me volví taurino para siempre, viendo un pase natural de José Tomás, esto es, la sensación estética de la eternidad, no volveré a sentirlo, pero tampoco nadie ni nada podrá quitármelo. Ese estado del alma justificó por milenios a ritos y religiones, y justifica la afición de todos nosotros por las Fiestas de Toros. ¿Es difícil la explicación? ¿Cómo hacerlo entender a los demás, incapaces ellos siquiera de aceptar un marco analítico, como por ejemplo el que demuestra de manera científica que el toro no sufre en la lidia, pues es un animal de pelea transido por ella con una descarga hormonal que le morigera y anula el dolor? Aunque es una pelea contra una pared ciega, mi deber como taurino es darla. A mi modo de ver, convencer a la sociedad sobre la nulidad de los argumentos de los animalistas en nuestra contra, es de una importancia similar a la de asistir a la plaza. Como me decía una amiga, estamos en un momento difícil por la persecución y el odio en nuestra contra, pero así mismo estamos en un momento hermoso: nunca se habló tanto de toros, ni se investigó desde la academia y desde tantas disciplinas el fenómeno táurico. Nunca hubo una afición capaz de mirar, gracias a la tecnología, lo que fue y lo que es su rito, y ser capaz de verse en un espejo y mejorarse, o lanzarse a una crítica a una serie de pases basado en una serie de hace 40 años que vio en un video, por ejemplo. Nunca hubo una afición tan perseguida, cuestionada desde la mentira, y por ello mismo tan unida y con la cabeza tan alta. Nunca el toreo fue tan justificado como ahora, no solo como asiento antropológico de un grupo humano, sino también como un valor social establecido en muchos otros (libertad, tolerancia, respeto, lealtad, verdad, ecología en un mundo donde los animales viven en una realidad ajena a su condición) y que nos diferencia de los grises que se nos oponen. De nuestra asistencia depende la vida en inmejorables condiciones de miles de reses bravas, y la muerte de digna del 6% de ellas en las plazas de toros en la corrida. Que los demás no quieren atribuirle a ello un valor, da igual, los toros, becerros, erales, cabestros y vacas bravas viven bien en el campo, y es gracias a nosotros, no a ellos. Ser taurino es eso, ver al toro en un campo extenso y florido, encampanado y digno, y verle también en la plaza caer con la misma dignidad, tras dar una pelea en la que transformó su embestida brutal en un ballet hermoso, pero que está en la tragedia siempre, en la muerte, pues vida y muerte son una misma secuencia para el toro de lidia, y esa secuencia es ser un animal sagrado, no una cosa que viva como escoria, y muera de manera anónima y reducida. En fin y como sea, taurino hasta que me muera.

    Fuente: Soy un taurino

    • NO CREERIA EN UN COMENTARIO TAN ESTUPIDO COMO ESE, PERO YA LO VEO.

      ES TRISTE QUE LAS PERSONAS TODAVÍA DEFIENDAN ESA «NO » FIESTA SANGRIENTA Y CRUEL, ESE RETROCESO CULTURAL.
      Y QUE «NO EXISTEN TOROS DE LIDIA», YA QUE LOS TOROS ( TODOS EN SI) SON A MI PARECER LOS ANIMALES MAS HERMOSOS Y BELLOS. POR EL CONTRARIO DEBERIAMOS DE CUIDARLOS EN LUGAR DE TORTURARLOS.

    • Justamente hoy llegó un pensamiento a mi de un compañero de hace ya un tiempo. Todo el proceso de evolución por tantos y tantos miles de años nos han llevado a lo que tenemos y somos ahora. Nuestra etapa de cazadores ya terminó, así como también tendría que ser nuestra indiferencia para con el sufrir de los animales, a lo que voy es, el mismo ciclo evolutivo, la madre tierra, y por supuesto el alma misma nos exige un paso más en el que creo que la mayoría sí se encuentra, la conciencia y la compasión, la dominación de nuestro verdadero yo sobre el ego. Si Leo, cada vez son más personas en el mismo canal, y los que ya estamos cada vez lo reafirmamos más. Felicidades a los que ven en la mirada de cualquier ser viviente un reflejo de sí mismos.

    • Ritos que llevan milenios?? Cultura?? Arte?? Ah! Pues de ser asi, entonces por qué solo existe en 7 paises y no ha sido declarada la tauromaquia por organismo internacional como patrimonio cultural…cosa que hasta el marichi sí ….si fuera tan enorme y espectacular ese «arte»hubiera permeado ya desde hace decadas en el resto del mundo. Pero bueno…debemos aceptar que aün hay humanos con falta de entendimiento y de cultura en saber que sí es arte!

    • Tambien soy taurino, creo que deberiamos de resaltar que todas nuestras defensas y sobre todo todo este interesantisimo espacio se maneja con respeto hacia todos los puntos de vista, en este caso un antitaurino es el que se sale de la civilidad y comienza a ofender.

      me pregunto el día en que se quejen de las condiciones tan deplorables en las que viven los animales de engorda, las vacas lecheras, porcinos, granjas de pollos, gallinas, que viven en condiciones deplorables, en un sedentarismo absoluto, les molesta que 6 toros luchen en un ruedo por su vida, con valor y entrega, que muere con la cabeza en alto en un que lo ÚNICA que busca es rendirle CULTO a la bravura del toro de lidia y la valentía de un hombre que se le para enfrente sin titubear.

      Estamos concientes que no es del gusto de todos, pero del mismo modo que nadie los obliga a ir a un rastro a ver como de verdad sufre un animal, tampoco se les obliga a asistir a una plaza de toros.

      Libertad es lo unico que pedimos, por ejemplo en FRANCIA, pais reconocido por el respeto a las libertades a declarado la Fiesta Brava como patrimonio cultural inmaterial, en mexico apenas pocas ciudades lo han logrado, pero sin duda este nombramiento llegara a mas ciudades de nuestro pais

      Estoy abierto a cualquier discucion siempre y cuando sea en terminos de respeto y de escuchar.

      Saludos

      PD. en nuestras manifestaciones y festejos nos acompañan intelectuales como Mario Vargaz Llosa premio novel de literatura, a ti quien te acompaña antitaurino??

      • Si te acercas al movimiento por los derechos animales te darás cuenta enseguida que son muchísimos los temas que abarca. En la entrada de este blog está hablándose de toros, pero si revisas otras entradas verás que se habla también de los animales que mencionas. Si te preguntas por el día en que nos quejemos de las condiciones de los animales en engorda (aludes a la ganadería industrial), te respondo que ese día llegó desde el momento en que surgió la misma ganadería industrial, hace más de 50 años. Pero no sólo nos hemos quejado, sino que realmente nos hemos ocupado de ese problema en medida de nuestras posibilidades. ¿Cómo? Dejando de comer animales y promoviendo la alimentación vegetariana desde todos los medios posibles. Espero esta respuesta te haga desistir del tan inútil como convenenciero recurso de ‘justificar’ un problema con otro.

        Qué bueno que estás a favor de la libertad. Es común que desde una visión limitada y egoísta, algunas personas crean que la libertad es exclusiva de los humanos o que sólo éstos la merecen. Pero lo cierto es que todas las especies animales nacieron libres y lo siguen siendo siempre y cuando los intereses mezquinos de explotadores humanos no se interpongan.

        ¿Qué te haría pensar que el toro no merece libertad? En una ganadería de lidia, el 80-90% de los toros son usados para abasto a los 3-4 años de edad. Del % restante, unos mueren en la plaza a los 3-5 años de edad, y un mínimo se quedan como sementales o hembras de cría. Un toro en libertad podría vivir 15-20 años.

        Y por cierto, en Francia las corridas de toros sólo son permitidas en el sur y se desarrollan mayoritariamente en pueblos donde la gente de más de 50 años tiene el gusto muy arraigado, pero no se desarrollan en las ciudades más ilustres y ejemplares del país. Y no se permite torear a menores de 16 años. En Francia, ‘el país de las libertades’, las corridas de toros gozan del repruebo generalizado de la población.

        Y ya que hablas de intelectuales, más que decirte quienes nos han acompañado, me limitaré a citar algunos nombres de personajes que, en el pasado o el presente se han pronunciado a favor del respeto hacia todos los animales: José Saramago, Fernando Vallejo, Elena Poniatowska, Miguel de Unamuno, José Emilio Pacheco y un larguísimo etcétera. Y agrego a Lev Tólstoi, quien no sólo fue un gran intelectual, sino que fue y sigue siendo uno de los principales referentes morales de la era moderna, gracias a sus ideas sobre la No violencia activa. Un saludo.

  4. taurino hasta la muerte? pues la muerte de la tauromaquia esta muy cerca, ni tu aficionado a la tradición cruel, vas a poder hacer algo para evitarlo, creo que uno ya se cansa de tanto escuchar los mismos pauperrimos argumentos repetitivos e inconsistentes de esta gente aficionada a este aberrante espectaculo, pero lo cierto es que cada vez.. la sociedad en su mayoria toma conciencia y se informa mas sobre esto y por consiguiente lo repudia. pueden lanzar todos sus cartuchos que les quedan taurinos, nada van a poder hacer contra la inevitable extinción de este espectáculo desfasado de epoca

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