Desde el nombre resulta atractivo, pues hace referencia a la posibilidad de consumir lo que habitualmente hacemos o probar algo nuevo. Esta cafetería de especialidad con menú vegano permite que en una misma mesa convivan omnívoros y veganos, facilitando a aquellos su aproximación a una alimentación basada en vegetales, y a nosotros, degustar platillos innovadores y de gran calidad.
Además de los desayunos y comidas y ofrecer café de comercio justo, de trabajo conjunto con productores, tostadores y personas involucradas en su elaboración donde se emplean tres métodos de extracción, Plan V tiene algo que puede resultar muy atractivo para un tipo de consumidor con una postura frente al medio ambiente: evita el uso de plásticos y desechables incluso en sus envíos a domicilio. Esto apegándose a la nueva segmentación desarrollada por el Natural Marketing Institute (NMI), denominada LOHAS: Lifestyles of Health and Sustainability, que en español se traduce como “estilos de vida sanos y sostenibles”.
Parte fundamental de este proyecto es la creadora del menú, la chef y activista venezolana María Eugenia Arvelo, quien intentando buscar fuera de su país, una mejor calidad de vida para ella y su familia, llegó a México hace más de ocho años y descubrió el activismo a favor de los derechos de los animales. Al conocer el sufrimiento de millones de seres encausó sus esfuerzos en organizar protestas para la organización internacional AnimaNaturalis, donde ocupó varios cargos. Con el tiempo descubrió que la mejor manera de convencer a la gente de probar el vegetarianismo, era a través de comida atractiva que hiciera sentir al comensal que no renuncia a algo, sino que descubre nuevas texturas, combinaciones y sabores.
Este es un fragmento de la conversación que sostuvimos con Mayu, como la llaman afectuosamente amigos y clientes de Plan V.
L: ¿Cuándo descubriste que tenías vocación para la cocina?
M: Siempre me gustó experimentar con la comida. Cuando decidí optar por un estilo libre de sufrimiento para los animales, estando casada con un omnívoro, me convertí en autodidacta buscando descubrir y también asimilar texturas y sabores que le gustaran a él y a los amigos veganos.
L: Plan V no es el primer proyecto gastronómico en el que participas, ¿qué es lo que te llamó la atención de esta propuesta?
M: Una cafetería de especialidad ligada a un menú de comida vegana es un concepto bastante innovador. La sustentabilidad y cuidado del medio ambiente que practica, lo convierten en un proyecto único.
L: Tú has estado en los dos lados: como vegana que en ocasiones no encuentra dónde comer o se enfrenta a burlas y a la pobre oferta de opciones en los lugares omnívoros, y ahora, con la posibilidad de demostrar que se pueden preparar cosas deliciosas con ingredientes vegetales exclusivamente. ¿Cómo vives esto?
M: Me resulta gratificante y muy emocionante ver la reacción de los comensales cuando se dan cuenta de que existe la posibilidad de comer sabroso; se rompe la creencia de que una alimentación cien por ciento vegetal puede ser aburrida o limitada.
L: Te hemos visto antes sujetando pancartas y haciendo cabildeo por los animales ¿dirías que por estar en la cocina de Plan V has renunciado a esa faceta tuya?
M: Al contrario. La gastronomía vegana, demuestra que se puede comer delicioso y se puede estar sano sin el consumo de animales, fomenta la empatía; es también una forma de activismo. Me satisface que cada vez aumente el número de lugares que ofrecen opciones vegetarianas y veganas, pero sin duda el que lo hagan contemplando reducir nuestro impacto en cuanto a residuos se refiere, me da esperanza en la nueva generación de empresarios, quienes prestan atención a consumidores preocupados por el planeta y sus habitantes no humanos.
¡Los invito a probar Plan V y que se convierta en su mejor plan!
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