En horario estelar el programa español “Salvados” trasmitió el domingo 4 de febrero un reportaje sobre el horror que se esconde en una granja de cerdos y las prácticas habituales en mataderos. El conductor Jordi Évole se atrevió a señalar a la empresa proveedora El Pozo, ubicada en Murcia, como responsable directa de las mismas y el hashtag #SalvadosGranjas fue trending topic incluso un día después de la trasmisión.
Este trabajo se hizo en colaboración con la organización Igualdad Animal quien tiene una campaña para revelar lo que sucede en mataderos de varios países.
Las imágenes hablan por sí solas: se muestran cerdos practicando canibalismo debido a las condiciones de hacinamiento en que viven, con tumoraciones que llegan a grotescas deformidades, suciedad y desde luego una total ausencia de atención veterinaria. “Esta es una de las peores granjas en las que he estado. No debería existir algo así en pleno siglo XXI”, dijo el activista encubierto de la mencionada organización.
La denuncia se centra en el hecho de que esta granja viola las normativas de sanidad animal de ese país, donde por ejemplo, las zonas putrefactas de los animales se remueven al momento de procesarlos y el resto de su carne se vende aun cuando haya riesgos sanitarios para el consumidor. Otro tema que puso de manifiesto este reportaje con millones de espectadores, fue el trato del que son víctima los inmigrantes que laboran en esos lugares, donde el “cerdo colgado vale más que el trabajador” y el salario por matar 14 mil cerdos al día no llega a 900 euros.
El objetivo de la campaña es presionar a El Pozo para que adopte una política de bienestar animal, pero sabemos que la solución a este tipo de casos que contrariamente a lo que la industria llama “excepciones”, son situaciones ordinarias en granjas y mataderos, es la disminución en el consumo de productos de origen animal.
¿Quién es el responsable de todo esto? En el documental se le pregunta al Director de la Ganadería de Murcia «¿qué responsabilidad tiene su administración en que no se haya inspeccionado la granja»? A lo qué el responde: «ninguna». Por otro lado, Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente -quien no vio el reportaje- dio la misma versión que la empresa murciana, quienes aseguran que esa era la zona de recuperación sanitaria de los cerdos.
Pero esto no es algo que sucede únicamente en España. La misma organización hizo una investigación en mataderos gestionados por el propio Gobierno de México entre marzo y agosto del 2017, dando testimonio de la gravedad de la situación en lo tocante a continuas violaciones de la Ley Federal de Sanidad Animal: animales siendo sacrificados plenamente conscientes, siendo golpeados en la cabeza con hachas, ovejas y cabras decapitadas vivas, matarifes golpeando, pisando y pateando a animales mientras están desangrándose, etc.
Según el Atlas de la Carne México en 2015 México mató 6.73 millones de reses, 15.56 millones de cerdos y 1, 713 millones de pollos, esto es casi 2 mil millones de animales criados exclusivamente para ser convertidos en comida y que tuvieron una vida y muertes miserables.
El consumo per capita del mexicano es de 65 kilogramos de carne al año cuando la OMS recomienda que 25 kilos al año es el límite saludable. ¿cuáles son las consecuencias de habernos alejado de una alimentación originariamente basada en vegetales? Diabetes, obesidad, desnutrición, problemas caridovasculares y las enfermedades derivadas de éstas, pérdida de especies y alimentos endémicos, etc. Esto sin tomar en cuenta la afectación al medio ambiente que genera la ganadería industrial, incluyendo la deforestación y contaminación del subsuelo y el despilfarro de recursos tan valiosos como el agua.
Este tipo de documentales nos revela una realidad cotidiana en los lugares donde se cría y mata animales para consumo humano. Voltear la cara o negar el maltrato al que son expuestos nos hace cómplices y adormece nuestra capacidad de decisión respecto a qué mundo queremos construir.
Fotografía: Jo-Anne McArthur www.weanimals.org