A raíz de la controvertida y aclamada película «The Cove», una ola de oposiciones ha llegado a Taiji, Japón, el día de inicio de la temporada de matanza de delfines.
Dirigido por Louie Psihoyos, el documental narra cómo en una gruta de Japón un grupo caza indiscriminadamente a estos mamíferos sin aparente control de las autoridades.
Las imágenes, hechas por un buen número de activistas que arriesgan sus vidas para la grabación, logran una pieza con bastante fuerza gracias a la forma en que asume la situación.
«The Cove» representó una innovación tras ser presentado en el Festival de Sundance, donde obtuvo el Gran premio del Público.
Ric O’Barry, protagonista de «The Cove,» junto con otros miembros de la organización Save the Dolphins, llegaron desde Alemania, Estados Unidos e Inglaterra a Taiji, y junto con ellos hizo aparición por primera vez, la televisora japonesa.
Ric O´Barry fue el entrenador de Flipper, el famoso delfín del programa de televisión y ahora se dedica a educar en el respeto hacia estos animales, luego de haber conocido de cerca su sufrimiento en parques acuáticos.
El sucio secreto de la cueva cerca de Taiji es ahora un escándalo internacional. La australiana «ciudad hermana» de Shire of Broome, suspendió su calidad de hermandad hasta que cese la matanza de miles de delfines.
O´Barry lleva años filmando y denunciado la matanza de delfines que se lleva a cabo en esta pequeña bahía japonesa. Sin embargo, no fue sino hasta hace unos días que luego del lanzamiento de esta película, lo que sucede en la bahía captó la atención de los medios japoneses y de prensa internacional como el conocido diario London Independent y la revista alemana Der Spiegel.
La idea de hacer esta película fue dar a conocer a la comunidad internacional lo que sucede año con año en ese lugar de Japón. Ahora la imagen de Taiji está manchada de sangre, pero del gobierno depende cambiarla. En Estados Unidos, Nantucket era la capital norteamericana de la caza de ballenas y ha limpiado su imagen promoviendo ahora su avistamiento. Las ballenas y los delfines valen más vivos que muertos. Taiji debe descubrir esto y detener la matanza.
Ese día no hubo cazadores de delfines.
Mientras la prensa y los activistas estén el la bahía, los cazadores no aparecerán, y las cámaras y micrófonos ocultos con los que se hicieron partes de la película les darán temor por algún tiempo más.
Es fundamental sacar a la luz los abusos cometidos hacia los animales, porque para quienes nos dedicamos a esto son el pan de cada día. Sin embargo, la enorme mayoría de los ciudadanos vive ciego -a veces voluntaria, a veces involuntariamente- a su sufrimiento.
Enhorabuena a este documental que muestra una cara nada amable de Japón.
Para más información e imagenes de la matanza:Â http://thecovemovie.com/Â http://www.animanaturalis.org/video/299