EL PERRO ATRAPADO EN EL METRO
Este fue un caso más de los muchos que se presentan casi a diario en esta inmensa ciudad, pero algo que nos llena de alegría es que, a medida que caminamos por el mundo de la protección animal, nos damos cuenta de que no somos los únicos que los queremos, que quisiéramos ayudarlos a que sufran lo menos posible.
Hasta el correo de ProPerro llegó la solicitud de ayuda de Luís García, un protector independiente quien informó que desde el viernes estaba un perro atrapado en el camellón de la estación Villa de Aragón. Esto que ahora les narro ocurrió el miércoles, por lo que el pobre animal ya había pasado 5 días sin agua y sin alimento. Desde el interior de la estación del metro alcanzamos a ver que estaba vivo, por lo que nos dispusimos al rescate.
La situación con respecto al tránsito era sumamente complicada: vía rápida a la que confluyen tres avenidas; las dos de baja velocidad estaban más o menos tranquilas, pero la de alta llevaba muchísimo tránsito. Le pedí ayuda a la patrulla P08-19 que detuviera el tránsito antes de que se dividiera en tres avenidas donde estaba el perro. Entonces ésta pidió instrucciones a su base y le aprobaron que diera el apoyo. El patrullero nos indicó que solicitaría la ayuda de otra patrulla para frenar lo más posible la transitadísima vía, pero que sólo podrían detener la velocidad del los autos cuando mucho 2 o 3 minutos, en los cuales nosotros tendríamos que atrapar al perro y cruzarlo de regreso a la banqueta.
Nos pusimos de acuerdo en que desde que subieran el puente que está a unos 500 metros, de donde estaba el perro, prendieran las sirenas para avisarnos que podíamos atravesarnos. Luis y yo cruzamos los dos primeros camellones y únicamente estábamos esperando oír las sirenas para cruzar corriendo la tercera vía.
Apenas unos pocos minutos después escuchamos las sirenas y, aunque yo fui el primero en salir corriendo, Luis me rebasó en un instante, claro es muy jóven, y se ubicó frente al perro, mientras que yo permanecí por detrás de él. Al acercarme, el perro se asustó y corrió hacia donde estaba Luis. Por fortuna, el pobre estaba tan débil que Luís pudo detenerlo fácilmente y yo le até el cordón al cuello. Prácticamente lo tuve que arrastrar, pues se resistía a ser llevado. Lo bajamos del camellón y seguimos corriendo entre los coches que, al ver de qué se trataba, nos apoyaron.
En cuanto estuvimos de regreso en la banqueta, los patrulleros liberaron la circulación.
Ahora el perro está bajo tratamiento veterinario y, lo más importante, Luís ya le consiguió una familia que ya lo adoptó y que lo recibió con tanto cariño que de verdad se hace nudo la garganta.
Por eso les dije al principio, somos más de los que nos imaginamos. Como Luís hay muchas personas que dan su tiempo, su dinero y mucho esfuerzo para mitigar el dolor de los animales. Son héroes anónimos.
Antemio Maya Pindter
Protección del Perro Callejero A. C.
Algunos consejos de Antemio para rescatar perros de vías rápidas:
Un cordón, más o menos de 2 metros de largo y no muy delgado, hacerle un nudo corredizo para facilitar colocarlo en el cuello del perro y aunque sea bravo, literalmente levantarlo para que no muerda. Otra persona lo toma de las patas traseras. Así corremos hasta la banqueta y el perro queda a salvo.
Buscar apoyo de una patrulla para detener unos minutos el tránsito. Es muy importante no arriesgarnos queriendo atravesar entre los coches ya que podemos causar un accidente de fatales consecuencias.
Para ver fotos del rescate vaya a http://www.flickr.com/photos/leonimal