Zoológico de Morelia vende animales a circo

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El 20 de enero de 2014 se hizo una denuncia ciudadana por la venta o “intercambio” de animales, que realiza el Zoológico “Benito Juárez” de Morelia con la empresa circense “Circo Daniel Atayde” con fines de espectáculo. En la mañana de ese día, una camioneta del circo recogió del parque zoológico varios cachorros, entre ellos un hipopótamo, dos tigres de bengala, un león africano, un bisonte y lo que quizás era una alpaca o un burro.

La legalidad en la que se escuda el MVZ. Martín Zavala, director del parque, se contrapone con el bienestar de los animales, pues si bien las transacciones pudieran ser legales, convierten el programa de cría en cautividad que tiene Zoológico de Morelia en una fuente exclusiva de subvención, descartando cualquier programa de reintroducción de las especies silvestres a su medio natural.

Como bien señalan las organizaciones protectoras de animales de Morelia, “no existe justificación ética para seguir reproduciendo a las especies confinadas en el Parque Benito Juárez cuando su único destino será una vida de explotación, cautiverio y maltrato, ya sea en los reducidos recintos de exhibición de algún parque, de una colección privada o peor aún, de la vida dedicada al entretenimiento dentro de un circo donde serán sometidos a toda clase de vejaciones en el entrenamiento de los actos de espectáculo”.

Es muy probable que no todos los cachorros vendidos al Circo Daniel Atayde sobrevivan. La vida de los animales en los circos ve interrumpido su curso natural por los entrenamientos a los que se les somete, los desplazamientos de ciudad en ciudad y el maltrato físico y psicológico del que son víctimas.

No es la primera vez que el Zoológico de Morelia está en la mira de los defensores de los animales. El hecho de considerar a los animales que posee como objetos de exhibición que generan ganancias económicas, viene a sumarse a la negativa del director para para reubicar a la osa polar Yupik en un santuario adecuado para su especie, labor que ha sido promovida desde hace años por la Coalición Internacional Salvemos a Yupik.

Por su parte PROFEPA avaló este “aprovechamiento” de cinco especies puesto que se realizó en estricto cumplimiento a la Ley General de Vida Silvestre. En un comunicado, la Procuraduría dejó en claro que el zoológico vendió los animales a la empresa Magic Circus y corroboró que «el Zoológico cuenta con la legal procedencia de los ejemplares, requisito indispensable que marca la ley para su comercialización» y añadió que el registro que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) otorgó al zoológico, le permite también la exhibición de ejemplares y aprovechamiento de éstos con fines comerciales, entre otros.

Esto nos hace pensar en las grandes contradicciones de las Leyes de Protección Animal y la misión de las Secretarías, donde por un lado se enarbolan principios de bienestar animal, y por el otro los considera objetos dispuestos a ser vendidos al mejor postor.

Lo anterior nos da pruebas para designar a los zoológicos como cárceles de animales, derribando la idea de ser centros de conservación y reinserción de animales, como dicen serlo. Son un negocio más para lucrar con la libertad de otras especies.

La falta de criterio de los inspectores de PROFEPA también se pone de manifiesto cuando en su última inspección en septiembre de 2013 al Parque Zoológico Benito Juárez de Morelia, verificaron la legal procedencia de mil 258 animales y no se observaron deficiencias o irregularidades en albergues e instalaciones ni tampoco se detectó maltrato animal.

Me pregunto yo, ¿qué mayor maltrato hay que tener a un animal encerrado? Si pensamos en la osa Yupik quien escapara de su “albergue” como eufemísticamente le llamaron en las noticias el pasado 10 de enero de 2014, no podríamos encontrar más evidencia de maltrato que los 20 años de cautiverio, soledad y estadía en un habitat completamente distinto al suyo. Si eso no es maltrato, ¿qué puede serlo?

Michoacán está azotado por una ola de violencia y en estos momentos sus gobernantes necesitan darse cuenta cómo ellos mismos la propician con este tipo de acciones.

Mantener animales en cautiverio atenta contra el derecho básico a la libertad que tienen -o deberían tener- otros animales. Mientras hagamos del sufrimiento y la explotación un espectáculo, sea en circos o zoológicos, no podremos quejarnos de la violencia que sufrimos en manos de nuestros congéneres.

Merecemos lo que propiciamos.

Para saber más sobre cómo ayudar a la Osa Yupik, entra: http://www.animanaturalis.org/n/43598/pide_que_la_osa_polar_yupik_sea_trasladada_a_un_santuario

morelia

 

 

 

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3 thoughts on “Zoológico de Morelia vende animales a circo

  1. Leonora, ¿que clase de personas están en la PROFEPA que permiten la venta de cachorros? ¿Y el director del Zoológico de Morelia? ¿Que otra cosa puede hacerse para evitar que se sigan cometiendo este tipo de atropellos? Esta gente nefasta en puestos que demandan un mayor compromiso, debe irse.

  2. que lastima que el espectáculo de este circo en particular que se dice ser de los mejores se base en la presentación de animales para atraer espectadores y no en la calidad de los actos de los artistas del circo. el negocio sobre el arte acosta del sufrimiento de animales, ¿Qué poca… ética tienen!

  3. Después de ver Blackfish, no encuentro argumento alguno que justifique el separar a un cachorro de su madre, y menos si éste será destinado a la crueldad y el maltrato del entretenimiento humano. Intercambiar crías como objetos comerciales no es muy diferente al tráfico de infantes para explotación sexual/laboral que se da en nuestro país, con esta postura las autoridades avalan dicha violencia que sufre la sociedad día tras día.
    ¡sigamos en la defensa de todos los animales!

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